Pot TRANSIDO

El sonido, su articulación- ocasionalmente en torno a un texto-, su interpretación, en compañía.
Registrarlo, editarlo, mezclarlo... hacia un único fin: música.
Y luego, compartirlo.


ANOTACIONES SOBRE LAS PROPIAS VIVENCIAS CON EL SONIDO Y LA MÚSICA

jueves, 28 de enero de 2016

PASOS INCIERTOS 9

Félix Roquero
Este tema es un remake de otro que hice allá por el 78´con Rafael de Andrés, entonces lo llamé “No te confundas” y lo puedes escuchar en esta entrada, en la versión que se hiciera posteriormente en el 88´por "La Banda de Mortimer" (enlace). Rafa puso entónces los acordes y por mi parte la letra, que modifiqué completamente para esta ocasión después de volverlo “a cocinar” con acústicas y slide para llamarlo ahora "Que no te confundan". Luis Jose Rivera ha introducido las bases rítmicas, César Pírez el banjo y los teclados y Félix Roquero el color extra con su violín.




QUE NO TE CONFUNDAN 

Que no te confundan
Las ideas con acento
Si son presentadas
Por titanes del fuego.

Que no te sorprendan
Las promesas en el viento
Si son pronunciadas
Por charlatanes del cuento.

Que no te ilusionen
Las quimeras del progreso
cuando sean anunciadas
Por publicistas del tedio.

Y no es tiempo
De hablar con palabras
Pero sí de pedirte
Un deseo.

Que no te distraigan
con los juegos del acierto
Si son dirigidos
Por trileros del absurdo.

Que no te secuestren
En castillos de lo eterno
Si son custodiados
Por mercaderes del tiempo.

Y que no te entristezcan
Los sueños incumplidos
Si son atrapados
Por amantes sin rostro.

Y no es tiempo
De hablar con palabras
Pero sí de pedirte
Un deseo.


LA MÚSICA POPULAR EN EL CONTEXTO CULTURAL DE SEVILLA V

5. Los Medios de Comunicación.

¿Qué sería del circo musical sin las herramienta de comunicación y el marketing?. 

La radio fue en los 60´ el principal instrumento de difusión de la música, pieza clave para que ésta se hiciera popular, mayoritaria y, de ahí, esa denominación de lo “pop”. Los primeros críticos musicales partían, no sólo, de su función como comunicadores de las novedades que aparecían, sino que también ofrecieron interacción con el oyente, de ese modo las listas de éxitos fueron una mezcla entre lo que se valoraba con independencia por los críticos de radio y los gustos del público al solicitar sus temas favoritos. Los top-100 fueron importados de USA, como casi todo, hasta que desde mediados de los 60´explosionó la industria musical inglesa. A partir de aquí las compañías discográficas dirigieron la comunicación corporativa de sus artistas, el negocio comenzó a crecer exponencialmente a un ritmo vertiginoso y gran parte de las plusvalías generadas comenzaron a dedicarse masivamente a la promoción. La publicidad era ya tan importante o más que el propio producto. En costes se dedicaba mucho más dinero a promocionar que ha producir el vinilo en todo su proceso. En este sentido las radios, especializadas en música pop, cobraron una importancia clave para las campañas de promoción de las compañías discográficas. Desde entonces, el locutor-crítico musical comenzó a operar más por las imposiciones del mercado que por sus propios criterios de gusto ya que si las compañías pagaban la publicidad en los medios, éstos tenían que servir a sus amos y la crítica se convirtió en un paripé, la calidad se relacionó con las ventas, el gusto de las audiencias comenzó a manipularse de manera descarada y las estrellas de papel invadieron el firmamento del mal gusto. 

Es curioso constatar cómo los principales críticos de música en España adolecieron casi siempre de conocimientos musicales, su gusto se fundamentaba en “su sensibilidad” y en el bagaje cultural recibido, por lo que sólo su labor como documentalistas ha podido contrarrestar, y no en todos los casos, su analfabetismo funcional respecto al propio lenguaje musical. Conocen la vida y diretes de todos los músicos, las historias de sus vidas, las anécdotas más inverosímiles, pero no saben ni pueden comprender que están haciendo en su lenguaje. Los críticos se habían nutrido de su propio gusto, casi siempre de buen gusto, hasta que el dinero de las promociones lo fue dirigiendo, perfilando, ajustando a las necesidades propias del mercado. De ahí que las listas de éxitos sean listas de ventas y las ventas se realizan en función de la promoción. ¡El círculo mágico del mercado en “libre competencia”que siempre favorece al cliente!.

Desde los 60´los músicos, que formaron bandas de pop o de rock en países como Inglaterra y USA, o en Alemania o en los países nórdicos u otros centro europeos, tenían en su mayoría conocimientos musicales, no sólo los recibidos en la escuela sino también de grado superior. La explosión de la industria discográfica en esos países fue sólo posible porque había una cantera inmensa de músicos e instrumentistas capaces de crear y de ser luego apoyados para interpretar y, con ello, participar del negocio. La proliferación de bandas en los 60´y 70´ en esos entornos geográficos sólo fue posible por la gran demanda de la industria y porque ésta pudo ser atendida por músicos que tenían conocimientos de música, formados en los 50´y que no tenían salida hacia la música clásica. Todo ello, junto a las circunstancias del contexto socioeconómico de Occidente, en expansión y a un entorno contracultural entre la juventud dieron valor artístico a toda este movimiento musical en aquellos años.

Pero, volviendo a los medios de manipulación, a partir de los 70´, la Televisión entra también en juego y los cambios de lo artesanal a lo industrial comienzan a consolidarse, la interpretación en directo se hace en play-back, todo un hito que deprecia sin duda la credibilidad de la música y de su interpretación, permitiendo que accedan al mercado discográfico español caras bonitas y risueñas, horteras de todo trapo, que ya no tienen que cantar o tocar, sino sólo gesticular. Curiosamente todo esto coincidió con la explosión de los dibujitos animados... dando lugar a “la cultura animada”.

Salvo la Radio Pública que mantuvo programas que han permanecido hasta hace poco y alguno aún hoy continúa, el resto de emisoras que emitían música se transformaron en radiofórmulas o en simples programas de reproducción continua de listas de éxitos. Lo comercial lo inundó todo. Por su parte, en TV todo era comercial y en play-back, salvo contados programas de música en directo o para nuevos intérpretes que se emitían para pequeñas audiencias en la segunda cadena y en horario intempestivo. 
En Sevilla, salvo honrosas excepciones, durante los 90´, se emitió en conexión con la programación nacional de las grandes cadenas y, en lo local, se circunscribió a la promoción casi exclusiva del flamenco. Una vez creado Canal Sur la oferta en radio se diversificó, aunque primando los intereses de la industria y los programas de música comercial y listas de éxitos como en todas partes. En la actualidad la parrilla está diversificada y podemos encontrar hueco para casi todos los estilos de música, aunque en Canal Fiesta Radio continua primando una programación con criterios estrictamente comerciales con tintes vetustos de folklorismo lolailo y rancio. En cuanto a la TV autonómica, ya sabemos cual es su share y sobre él la aplicación de técnicas de pastoreo político al servicio de la mansedumbre y el embrutecimiento masivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario