La tonalidad
fluida del Gambino me llevo por estos meandros a componer un tema
para la guitarra acústica en esa línea narrativa que no se muy bien
como clasificar o nombrar y que ya se mostró en alguna otra
composición del CD "IN.Pax" como “The rose”. En aquella ocasión el poema “The sig rose” de Willian Blake encontró
su acomodo como si hubiera compuesto para él. En esta ocasión
ocurrió algo similar al ojear el cancionero de Uppsala y sus
villancicos 1 y 4. Me detuve en ellos y supuse que quizá fuera la
letra que para esta música andaba buscando. Así fue, lo uno estaba hecho
para lo otro... con naturalidad, sin forzar ningún verso, ni
palabra...
Esta es la magia que yo “conozco”, en la que uno sólo
es un conector, un anónimo intermediario entre el
espacio y el tiempo a través del sonido y la palabra.
ZEJEL
(Adaptación del Villancico 1 del
Cancionero de Uppsala)
Como puedo yo vivir
si el remedio tras el que ando
no tiene cómo ni cuándo.
El cómo no puede aquello
Cuando no se ha de
esperar
Más hay siempre a mi
pesar
Cómo y cuándo padecedlo
Cómo podré sostenedlo
Si el remedio tras el que
ando
No tiene ni cómo ni
cuando.
No hay ya quien veis vivir
Sombra
soy de quien murió.
Esta fue la
interpretación que realizamos en “La Caja Negra”.
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