Pot TRANSIDO

El sonido, su articulación- ocasionalmente en torno a un texto-, su interpretación, en compañía.
Registrarlo, editarlo, mezclarlo... hacia un único fin: música.
Y luego, compartirlo.


ANOTACIONES SOBRE LAS PROPIAS VIVENCIAS CON EL SONIDO Y LA MÚSICA

martes, 11 de febrero de 2014

"CREATIVO" LOS 90´ 3

Si hay algo que evitar en esto del sonido y la música es toda esa mística meliflua tan en boga sobre "la creatividad", esa especie de estado de gracia al que sólo algunos elegidos pueden acceder denominado coloquialmente "creativo". 

Quizá el origen, la causa, de todo esto del "componer" estribe sencillamente en aquél primer acto común del aprendizaje de lo causal a través del desprenderse de los objetos, al dejarlos simplemente caer o arrojarlos al vacío (la cuchara, el chupete, etc.) en la infancia temprana. Luego, posteriormente, en el aprendizaje asociado a la experiencia de juntar, acercar, combinar y ensamblar los objetos, de tal modo que, tras el paso de los años, el desarrollo de ambas mecánicas asociado al sonido mediante un juego de combinaciones aleatorias produzca el suficiente placer como para promover repetir estos comportamientos. Todo porque la música activa el placer que conduce la satisfacción de algún deseo a través de los medios para procurarle alimento.

En mi caso todo esto del sonido y de la música no es más que un medio, un método para combatir el "horror vacui" y quizá para encontrar, a través de otros, el reconocimiento que uno no se concede a sí mismo por algún déficit proteínico congénito, o vete tú a saber por qué.

Pero los bocetos que ahora presento tributan en otro orden, al estar originados en los momentos compartidos con mis hijos, al realizarlos en su compañía para calmar algún llanto o para acompañar su sueño.   

"El sueño de Laia" es un tema que fluye en Eb, construido en la guitarra acústica y adornado luego con detalles por la eléctrica. Inconcluso en su texto vocal al ser este sólo insinuado formalmente en el mostrenco que lo apunta.



Porque en todo esto de la música lo que uno intenta hacer es SORPRENDERSE. Con respecto al desarrollo musical, es sorprendente aquella ejecución que se desborda en sí misma cuando no es siquiera exigencia de la interpretación, o cómo cuando la técnica se deshace en la expresión como una palabra que se desdice al pronunciarse, como un argumento que se pierde en la narración, en lo incierto de un pulso que no permanece sujeto al compás que lo encamina. Porque si algo acontece proviene de aquella sorpresa de ser el transcurso y no lo que transcurre.

Pero volviendo al personaje, el “creativo” se distingue por esa aportación, por ese plus, que aporta en cada segmento del sistema de producción a través del perfeccionamiento de los automatismos que la manufacturación seriada conlleva, al transformar el "valor de uso", de disfrute, de la música en su composición e interpretación, hacia un "valor de cambio" para la transacción del producto u objeto producido al ubicar a este en el mercado. Pero a su vez, también, “el creativo” impulsa, desde el sistema de consumo, la rotación constante de su mercancía, que debe procurar periódicamente desde dónde se ubica, en la esfera de la obsolescencia.

"Renacer de Pablo" es un tema instrumental en F que evoluciona en una atmósfera flotante con un sonido de guitarra eléctrica limpia, con un delay corto tanto para la base como para la melodía; las armonías se construyen insinuando los acordes a través del pedal de volumen.



Porque la "creatividad" ya no es una cualidad asociada a alguna destreza que se ejerza con esmero, artesanalmente,  sino la etiqueta imponderable con la que hay que contar para ser competitivo en el mundo de lo seriado.

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