Pot TRANSIDO

El sonido, su articulación- ocasionalmente en torno a un texto-, su interpretación, en compañía.
Registrarlo, editarlo, mezclarlo... hacia un único fin: música.
Y luego, compartirlo.


ANOTACIONES SOBRE LAS PROPIAS VIVENCIAS CON EL SONIDO Y LA MÚSICA

viernes, 13 de diciembre de 2013

BLUES 1 Los antecedentes

Creo que fue Rictus quien me apodó Bluues, con esa “u” extendida que sólo él sabe pronunciar. Quizá fuera por el latazo que daba con la armónica a todo lo que me rodeaba. Porque el Blues fue la fuente musical de la que partí, el estilo en el que desde siempre me he encontrado a gusto, ejerciendo libertad.

De la armónica ya se ha ilustrado lo que dio de sí en los primeros compases, cuando desde la ingenuidad nacen los primeros brotes, sonidos. Entrar en el blues, con la armónica, fue más fácil porque en ese instrumento se concentra la respiración, el ritmo, lo que dices y como lo haces. Por
Blues-harp
eso la blues-harp quizá sea el instrumento que facilita esa síntesis circunstancial y, con ello, puede aspirar a ser sígno y símbolo a la vez para el blues.

Sin embargo con la guitarra hubo que pasar previamente por todas las peripecias del novato: la reiteración extenuante de ruedas y ruedas que no llevan a ninguna parte, pero que son necesarias para tener los 12 compases circulando en vena y con ello sustentar el cómo te expresas; la impostura de la voz, a través de algún mostrenco diletante, que imita las melodías que se escuchan pero que no aporta nada, sino que trivializa la interpretación al no asumir riesgo por intentar cantar en la propia lengua, como si eso la devaluara cuando en realidad contribuye a reforzarla e incide en lo esencial: qué decir y cómo sobre alguna experiencia vital que evoque un sentimiento y pueda sustentar la expresión con credibilidad.

El primer apunte en clave de blues con la guitarra registrado fue este “Blues across”, con Javier Guillén en la guitarra con flanger. 

 

A veces la apariencia al cantar podía ser efectista y hasta  efectiva, pero no dejaba de ser sólo eso, a pesar de que ocasionalmente puede vehicular sentimientos en la interpretación hasta llegar a ser convincente. Creo que puede ser el caso de este “Cluisa Blues”.



Introducir un texto con la voz fue sin duda laborioso. Contar o narrar una historia supongo que fue lo que me propuse, aún a consta de perder esa “apariencia” de desgarro del blues anterior. Porque quizá sea esa la diferencia fundamental entre cantar un blues por negros o por blancos: desgarro y esencia frente a historia y apariencia. Este “Blues del ajedrez” fue el primer intento de contar una historia. Creo recordar que en una pista va la caja de ritmos, la guitarra de base junto a la voz, los adornos de guitarra se sumaron en otra pista posterior.

 

Para terminar esta primera entrada sobre Blues, este “Squizo blues” intenta conjugar todo lo expuesto en cuanto a la voz y la letra pero hacia lo inverosimil. Lástima que al cantar no utilizara en uno de estos dos personajes un discurso en español. La voz se realizó en una única toma junto a la armónica. Y a la pista de base (caja de ritmos y bajo) le superpuse en remezcla otra con los adornos de guitarra.

 


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