Lo dúctil es uno de los requisitos
precisos para que pueda evolucionar el boceto de una composición:
cuanto más dúctil sea menos frágil es y, por tanto, la fuerza de
su resistencia no actúa para conservarse sino para modificarse.
Ductilidad aquí quiere significar posibilidad de apertura y de que
las fuerzas que se movilizan para crecer en lo temático no acaben
por romperla. Este “Rosas de nada” comenzó siendo un brote, un
junco mecido al viento, que encontró agarre en la letra que me
inspiró... Luego, Luis Jose Rivera pudo crear toda esta atmósfera
sugestiva, llena de gotas y detalles insinuantes, hacia el reggae, pero
también hacia las tierras de lo étnico. Es entonces cuando el sonido y la
letra parece que se conjuguen en un mismo espacio, para el mismo
lenguaje, con el fin de transmitir un único mensaje.
ROSAS DE NADA
ROSAS DE NADA
Un
salto de agua
Un río sin piel
Olas de un viento
Que tiene sed.
Se abren al tiempo
Rosales en flor
Son llaves de un sueño
Que nunca murió.
Se nublan los cielos
De perla cristal
Ojos que brillan
De lluvia y de azahar.
Juegos de vértigo
Que nos hacen temblar
Como a rosas de nada
Y a estatuas de sal.
Vienen y van
Como sueños al despertar
Como nubes al soñar
Que se pierden al volar.
Un río sin piel
Olas de un viento
Que tiene sed.
Se abren al tiempo
Rosales en flor
Son llaves de un sueño
Que nunca murió.
Se nublan los cielos
De perla cristal
Ojos que brillan
De lluvia y de azahar.
Juegos de vértigo
Que nos hacen temblar
Como a rosas de nada
Y a estatuas de sal.
Vienen y van
Como sueños al despertar
Como nubes al soñar
Que se pierden al volar.
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