LA VIDA ES OTRA 8

Pero, "cuentame una historia" es lo que suelo pedirme cuando compongo e interpreto un tema. Eso que también denominamos narrativa, en los textos, en el sonido, en cualquier interpretación, en este caso buscando conjugar equilibradamente los sonidos con el texto. 

En mi caso, suelo componer primero la música y casi siempre con la guitarra a partir de algún acorde flotante, o con un ritmo de base encontrado aleatoriamente, o de un loop entresacado de alguna improvisación registrada en algún momento entre el despiste y la somnolencia, o descifrando los secretos de alguna afinación abierta... Si, la inspiración llega, pero no cuando quieres, sino cuando quiere ella y has de estar disponible y receptivo en un lugar, en un estado, cuanto más vacío mejor. Luego vendrá  la línea de voz, un mostrenco, que suele sugerir melodías, que vestirán al tema para poder producir los arreglos del resto de la instrumentación si se cuenta con la colaboración ajena.

Sobre de qué va a versar la letra es una incógnita. Preparo el cuaderno, me ajusto los cascos, acerco el micro, le doy a record y comienzo a cantar la primera estrofa a partir de alguna palabra, de alguna escueta frase... La letra se va construyendo a partir de la evocación emocional que genere el sonido, según voy cantando e interpretando, de ahí que en muchas ocasiones vayan a mezcla las primeras tomas, a pesar de ser imperfectas, porque recogen ese momento de ingenuidad que siempre genera una emoción cuando precipita... Esa es mi manera de enfrentarme al tema, de hacer algo que luego, al cabo de los días o semanas, me sorprenda al escucharlo. Si, el sentido se encuentra en esa posibilidad, en la sorpresa, ella es lo que da valor a la composición.


"No quiero volver" es un rithm&blues en E. Luis Jose Rivera tuvo que componérselas para cuadrar -en lo posible- la sección rítmica con mis desencajes en alguna de las estrofas, que no sacrificamos en la mezcla con objeto de darle un plus de credibilidad al tema. El equilibrio entre las guitarras acústicas y las eléctricas limpias, contrapesadas con los vientos, generan la tensión que se amortigua con la voz pausada, desencantada y porqué no también taimada en la interpretación.




NO QUIERO VOLVER

No sé muy bien por dónde
te has perdido ni por qué
ni a dónde fuiste, ni con quién
y desde entonces
no quiero volver
a casa otra vez.
No quiero volver
a casa otra vez.

Tras un despertar incierto
fuera de guión
no sé cuál es mi sitio
ni siquiera quién soy yo.

Tu nombre es sólo un eco,
aroma de café
de un spot publicitario
imposible ya de oler.

No quiero volver,
no quiero volver
a casa otra vez.

Y no hay ningún motivo
ni nada que olvidar
nada que desate
buscar la soledad,
el silencio como amigo
en su lento gotear
que disuelva los conjuros
de mi propia realidad.

No quiero volver,
no quiero volver
a casa otra vez.
No quiero volver…