El "Blues Kurdo" fue realmente el primer blues que compuse en el que la letra y la música empastaban por fin a mi gusto, fluyendo al unísono hacia dónde yo deseaba. Sobre el 94´ preparé un boceto en tres pistas en el Fostex de cassete, una para la guitarra de base, otra con solos y una tercera con la voz. Coincidió que Faín
Dueñas, que ya estaba en "Radio Tarifa", vino por Sevilla y le propuse grabar algo de percusión para darle un punto más "mediterráneo", dada la cadencia de este arreglo y sus fraseos en escalas un tanto distintas a la pentatónica. Después todas esas pistas, que tuvieron que sobreponerse en premezclas en el propio cassete, para poder grabar las percusiones, fueron las que se volcaron en el estudio Central para terminar esta versión, en la que Manolo Morillo añadió además una pista de flauta junto al bajo de Míguel Rodríguez Silva y que se incluyó como último corte del CD de "Transidos", un tanto al margen ciertamente de la linea instrumental y conceptual del resto de los temas del disco.
Transido en el Festival Mairena 97´ |
Ya en los bises, "El Kurdo" solía cerrar los conciertos, por lo que creo que era la pieza que se tocaba con más relajo, con más soltura. En la versión en directo del Fun Club, muy distinta a la del CD, como en otras que ya escucharemos, quizá se pueda apreciar este extremo.
BLUES
KURDO
Una mañana
en el Kurdestán
habían
caído unos cuantos niños
por unas
aves rapaces sin identificar
que habían
dejado
caer en sus
nidos
un cuanto,
un cuanto de maná.
Venían
haciendo una función humanitaria
que había
aconsejado el Papa blanco occidental.
Somalíes,
turcos o de Kazajstan
Iraníes en
Zagreb o de Berlín,
suramericanos
en cualquier lugar
y otros
cuántos aún sin identificar
han caído
ya, han caído ya
y nadie les
volverá a levantar.
Todo gracias
a esa humanidad
que brota de los corazones
que brota de los corazones
que pagan,
pagan y pagan
sin parar.
sin parar.
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