Lo insignificante, lo imperceptible, lo infraleve, como "olas que se nutren de su fuerza al navegar".
Entre tú y yo o viceversa, ese debate interminable que nos sostiene dubitativos, perplejos, ante la posibilidad de que alguno de ellos se imponga sobre el otro.
Un ir y venir tan elípticos como estacionales, que se mecen en la noria de un tiempo que no encuentra dirección.
TÚ POR MÍ
Campos yermos de barros que dan
brotes de olvido
ríos espesos de lodos que van
a mundos perdidos.
Y a dónde irás. A dónde irás...
Nubes que no traen lluvia
ni vientos tempestad
hojas que vuelan perdidas
de profunda soledad.
Y mientras...
Que tú y yo
que yo y por tí
Que yo y tú
que tú y por mi.
Pero hay frutos que maduran
lentamente al despertar
unas olas que se nutren
de su fuerza al navegar.
Que tú y yo
que yo y por tí
Que yo y tú
que tú y por mi.
Y a dónde irás. A dónde irás...
Hay espacios que te acogen
como abrazos al soñar
unas olas que se nutren
de su fuerza al navegar.
Y mientras...
Que tú y yo
que yo y por tí
Que yo y tú
que tú y por mi.
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