Pot TRANSIDO

El sonido, su articulación- ocasionalmente en torno a un texto-, su interpretación, en compañía.
Registrarlo, editarlo, mezclarlo... hacia un único fin: música.
Y luego, compartirlo.


ANOTACIONES SOBRE LAS PROPIAS VIVENCIAS CON EL SONIDO Y LA MÚSICA

jueves, 16 de julio de 2015

PUENTES 11

Este CD lo cierra un tema que ya se incluyó en el de "Señalados" con ese mismo nombre. Ahora, Faín hizo una nueva mezcla, añadiendo una intro de guitarra eléctrica con swell y órgano. Lo titulé en esta ocasión "Llueve", que es el motivo en el que viene a precipitar el significado de su letra, recogida en parte en alguno de los versos de Arthur Rimbaud en su poema "infancia".




LLUEVE
(Adaptación de unos versos del poema Infancia –ILUMINACIONES- de Arthur Rimbaud)

Llueve
A dónde ir
Si el corazón 
se empaña.

No sé muy bien
Porqué razón
El porvenir 
engaña.

Si alguna vez
Una ilusión
Nos hizo sentir
En calma.

Oscuridad, indefensión
¡"Cuando tienes hambre y sed
Siempre hay alguien
que te expulsa"!.

Llueve
A dónde ir
Si el corazón
se empaña.

Oscuridad,indefensión
¡"Cuando tienes hambre y sed
Siempre hay alguien
que te expulsa"!.

Esta fue la entrevista pa la revista InSevilla en Octubre de 2012, antes de una pre-presentación en la Caja Negra.

’Transido’ como consecuencia de un modo de estar, de transitar en lo musical”, comenta Francisco Gómez. “En lo no estrictamente musical, es un estado muy común, que no ha sido colonizado por la psicopatología. Hay, entre nosotros, tanto transido de amor, por ira, de dolor o de indignación…”, afirma este veterano músico madrileño afincado en Mairena del Aljarafe desde hace años. En La Caja Negra de Sevilla, el jueves 4 de octubre, presenta en directo “Puentes” (Resistencia, 2012), un disco de reminiscencias mediterráneas hecho artesanalmente con Faín Dueñas (Radio Tarifa).

El título “Puentes” (Resistencia, 2012) ya señala algo, ¿a qué apunta este trabajo?

Es un intento de aproximar formas musicales que en principio parecen difíciles de conjugar: temas crudos, con voz y guitarra acústica junto a otros con mucha tribu de percusión y guitarras muy rockeras saturadas; también, aproximaciones entre textos poéticos y otros de contenido crítico y denuncia social. “Puentes” entre el que interpreta y el que escucha... Este trabajo es el fruto de toda la experiencia musical acumulada en varias décadas. No hay un estilo definido, sino una forma de decir arropada con lo que considero más sugestivo, y teniendo como compañero a Faín Dueñas. En gran medida han salido temas para que él pudiera arroparlos y producirlos. Su bagaje musical ha sido una fuente importante en la que beber durante toda la composición. Lo demás ha sido dejarse sorprender.

¿Las letras y la música de este disco son de ‘Transido’? ¿Cómo se ha dado la producción y edición del disco? 

Sí, excepto en Zéjel, que es un villancico del cancionero de Upssala. En la música no hay autores, hay arreglos y complicidad compartida. El tema es lo que importa, no el autor. Hemos tardado dos años en producirlo, entre Sevilla y Madrid, con las lógicas paradas para atender otros compromisos de cada uno. Ha sido un trabajo artesanal en todas sus fases. Faín Dueñas ha cuidado la producción artística y las mezclas al detalle, buscando siempre la cercanía y la musicalidad.

No sé si usted se considera cantautor como tal, pero se mueve en esas fronteras. ¿No adolece este género, en ocasiones, de la etiqueta de gravedad y melancolía en sentido negativo (pesadumbre, cachaza, tristeza)?

He llegado a lo de “autor” en la composición por la dificultad de trabajar en grupo. No primo la letra sobre la música, no musico textos, ni escribo poesía para musicarla. El proceso es al contrario. Pero sí intento que la letra contribuya a crear la tensión necesaria entre la voz y la instrumentación para alcanzar el clímax en cada tema. No hay negatividad en la melancolía como fuerza emocional y evocativa si ésta no es la única que ilustre la composición. Uno no elige sus modos estéticos como la vereda de paseo. En muchas ocasiones, los temas te eligen a ti; como los acontecimientos, te transcienden. Si he transitado desde el desengaño hasta la desilusión, ¡qué quieres que me cuente!

La música es un arma de combate, ¿o no? ¿Puede el arte, la música en concreto, sin transmutarse en acción política, generar esperanza y cambiar el ‘status quo’? 

Sí, las marchas militares tenían ese sentido enaltecedor hacia un heroísmo inútil. Pero, la música ayuda a comprender cuando tiene la capacidad de evocar, aunque  también puede contribuir a embrutecer por la manipulación que se ejerce a través de ella en todos esa mega oferta de sucedáneos que nos contaminan. En cualquier caso, es efímera al ser interpretada en directo y, también, mágica porque establece “puentes” invisibles pero perceptibles entre las personas, los pueblos y/o los mundos.

¿Cómo se mueve usted con las nuevas tecnologías y los nuevos canales online para distribuir música? 

La distribución online es difícil si no hay inversión económica para posicionar lo que ofreces. Hay mucha oferta y gran dispersión de medios. Pero quizá lo importante no es llegar a muchas personas, sino a las que te puedan acoger en su círculo porque les guste lo que haces y con las que puedas compartir… sonido y silencio.

¿Qué opinión le merece el ‘pirateo’?  

Los “piratas”, cuando se convirtieron en “otro monopolio”, se dedicaron a despedazarse entre sí antes que destrozar al imperio. La subcultura del pirateo se ha impuesto por la imposición de la sociedad de consumo de satisfacer deseos permanentemente insatisfechos, aun a consta de la industria que los producía y comercializaba. ¡Paradójico! La música ha entrado en un momento de pérdida de valor y, por tanto, de aprecio. En su regresión mediática, la música ha tomado formas cercanas al balbuceo soporífero de los bebés para contraer el sueño por sí mismos, por su percepción y quizá extrañeza ante un mundo que los secuestra. Por otro lado, como producto, como mercancía, la música es obsolescente, de usar y tirar. Hay tanta oferta que los medios no tienen espacio para programarla, ni dedicarle tiempo para que se escuche. Se oye, o “se tiene”, pero no se escucha, como también se mira, pero no se ve...

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