Cartel para conciertos |
Transidos "La Ortiga" 1996 |
"No es una figuración" fue uno de ellos, tiene un aire latino y también dosis de rock para los cortes.
NO ES UNA FIGURACIÓN
Estampados
colores en un adiós
que no podrá
volver a ser
después de
aquel fugaz
retrato del
amanecer
donde
hicimos el amor.
Oh no, no,
no
es otra
simulación
Oh no, no,
no
es otra
figuración.
Caminos que,
se extrañan al encontrarse,
después de
un atardecer
que no tiene
donde agarrarse
porque no
hay manera de
volver a
salvar esa otra selva de cristal
que no
pudimos encontrar.
Oh no, no,
no
es otra
simulación
Oh no, no,
no
es otra
figuración.
Estampados
colores en un adiós
que no podrá
volver a ser
después de
aquel fugaz
retrato del
amanecer
donde
hicimos el amor.
Oh no, no,
no
es otra
simulación
Oh no, no,
no
es otra
figuración.
Deseo de
borrar
toda línea
escrita
deseo de
agarrar
la
llama de la vida.
En este CD introduje también un texto o "Manifiesto Transido", toda una declaración de intenciones de por dónde caminaban los pasos conceptuales en la trastienda por aquella época y que no quería dejar de colocar aquí.
En el cielo los bienaventurados serán gloriosos
(La Chanson de Roland, V 2899)
Una vez que se reconoce la singularidad, cuando el yo forjado en la sangre accede al dominio y escapa al anonimato, cuando los signos suplantan al sentido, surge el acercamiento entre inmortalidad y gloria.
Manifiesto Transido |
La
continuidad de la vida es posible en el recuerdo de los otros.
Transcender nuestra existencia es prolongarla en evocación
colectiva. El cielo es la gloria y a ella se accede por nuestras
obras.
Ejercer y
ejecutar esas acciones que nos inmortalicen antes de que la
cronología se detenga, mientras la sucesión no se rompa. Registrar
en la memoria colectiva nuestra presencia desde el momento del óbito,
en un recuerdo permanente, líquido referencial, signo inequívoco de
hechos acontecidos, actos, obras.
Han ganado
la gloria aquellos reconocidos públicamente tras su desaparición
física. Serán estrellas con luz propia de un firmamento físico
cuántico, allí desde los confines de cada evocación, para este
siglo de fusiones imposibles. Serán por ello apóstoles de un nuevo
credo ano-material, en donde la liturgia del sin sentido regurgite de
entre los espectadores.
El otro
estado, purgativo, y no por ello ajeno a la transcendencia, lo evocan
aquellos que intentándolo no consiguen arrebatar su presencia al
moribundo del que partieron. No obstante esperan que con el paso del
tiempo sean recuperados. Dios-masa podrá llamar a su puerta y
aliviarles del trance del purgatorio: ese velador gaseoso de anónimos
sólo temporalmente.
En el infierno, reducto
del olvido interminable de lo común, se recogen los sin nombre,
aquellos por los que sus acciones, obras, no han sido reconocidos.
Los sin rostro, transidos, que de ser recordados lo serán únicamente
en su descomposición, a lo sumo como goznes sólidos de la cadena
ribonucleica.
La Ortiga 1996 |
"Deserción" es un tema al que puse letra con motivo de la Primera Guerra del Golfo, sobre aquella operación que llamaron "Tormenta del desierto". La música era de Manuel Guardia y esta toma se grabó en uno de los ensayos del grupo en 1996 en 2 pistas. Luego se incluiría otra versión que hice de él en el CD "In-Pax" del 2000 que pronto escucharemos.
DESERCIÓN
Algunas alimañas han tomado el camino
que sólo
tiene una dirección,
donde las
huellas permanecen intactas,
ahuyentadas
y sin voz.
Son figuras
rasas
las que se
ven en el fuego
son sus
cenizas bengalas
que llaman a
la insumisión.
Insumisión,
insumisión.
Y esas
alimañas aliadas del cóndor
que sólo
quieren la destrucción
están
enviando miles de retoños
a morir por
diversión.
Son figuras
rasas
las que se
ven en el fuego
son sus
cenizas bengalas
que llaman a
la insumisión.
Insumisión,
insumisión.
Son figuras
rasas
las que se
ven en el fuego
son sus
cenizas bengalas
que llaman a
la insumisión.
Insumisión.
Insumisión.
Y deserción,
y deserción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario